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Lunes 30 desde las14hs
en las escalinatas del Rectorado de la UNLP - calles 47 y 7
Acto - Musica en Vivo - Proyecciones - Exposiciones - Publicaciones
desde la provincia de Misiones
- Cacique Hilario
- Joselo Schuap
de La Plata
- Birimbao Fusión
- Cachimpa Cachinga
- amigos
* Indígenas mbyá-guaraní por el traspaso de la
posesión de las tierras de la Universidad
* Por el cese de las presiones para el desalojo
de las tierras que ocupan ancestralmente
* Preservación de la Selva del Valle de Cuña Pirú
Desde el año 1991 la Universidad Nacional de La Plata es propietaria de 1644 hectáreas, que componen las tierras de Valle Kuñà Piru ubicadas en la provincia de Misiones donde habitan desde hace mas de 160 años las comunidades aborígenes Mbya Guaranies, Ka aguy Poty, Ivy Pyta y Kapi'i Poty.
Desde el año 1996 la Universidad realiza en el lugar investigaciones biológicas y antropológicas para las cuales han construido albergues y alteran constantemente la forma de vida de las comunidades.
En 1999 la UNLP y el Ministerio de Ecología firmaron un convenio para convertir a estas tierras en reserva privada de la UNLP por un lapso de 20 años. Este acuerdo no fue siquiera consultado a las comunidades y es a partir de aquí que éstas empiezan a movilizarse reclamando su derecho a la participación y la entrega del titulo de propiedad.
Hasta el momento se ha llevado a cabo sucesivas reuniones entre las autoridades de la UNLP y las comunidades, tanto en La Plata como en Misiones; en la primera de ellas el entonces rector de la Universidad Alberto Dibbern se comprometió a trabajar en la entrega de dicho titulo,sin embargo ya han pasado mas de 5 años y en la práctica nada de ello ocurrió, el año pasado la UNLP presentó la propuesta de "ceder o donar" 700 hectáreas de las mas de 6000, sólo bajo las condiciones de que estas se usen como reserva natural y cultural y se reservan el derecho de seguir observando y calificando si el uso que se hace de este espacio es adecuado o no. Por supuesto esto no fue aceptado por las comunidades, que mantienen el reclamo por la totalidad de las tierras que le corresponden constitucional y sobre todo ancestralmente.
Las sucesivas reuniones en la cuales se discuten las propuestas sin llegar a un acuerdo, demuestra que las intenciones de la UNLP no están dirigidas a resolver el conflicto, y parecen parte de un mecanismo político que desgasta las vías de reclamo y frena las presiones de los Mbya en su lucha.
Entendemos que para las comunidades la tierra es mucho mas que un medio de producción, sino que tiene una connotación simbólica y cultural que estructura su vida. De ahí el clamor creciente de este y otros pueblos originarios en la lucha por lo que les pertenece. Es nuestro deber comprometernos en ellas y tener en cuenta que este conflicto en particular es uno de los tantos contra los que luchan constantemente todas las comunidades aborígenes del continente americano y a través de las cuales exigen poder desarrollar su existencia en los términos que dictan sus valores, su comprensión de la vida, la muerte las relaciones entre los hombres y sus concepciones sobre el tiempo y el espacio.
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