Al hablar del significado y del rol de la Universidad Pública se abre un amplio debate, quizás muy amplio para abarcarlo en una sola vez. Pero sí es posible definir los aspectos más importantes de este complejo sector de la educación, para así afrontar su problemática actual, y poder delimitar los cambios que creemos necesarios.
Para empezar cuando se dice universidad pública, se habla de una universidad a la que todo el conjunto social pueda acceder, sin aranceles, sin cursos introductorios filtro, sin cupos limitados, con costos (materiales, apuntes, etc) que las mayorías puedan pagar. También se habla de una universidad en la que los trabajadores tengan un sueldo digno, desde los docentes titulares hasta los ayudantes, pasando por el sector no docente, que son los trabajadores que se encargan del mantenimiento físico de las instalaciones de la universidad. En la que la instalaciones estén en buen estado, haya apuntes, libros, materiales, becas de estudios, etc. O sea, que el Estado a través del presupuesto universitario, garantice el funcionamiento de ésta en las óptimas condiciones.
Pero lo que es esencialmente importante es entender que la universidad, en carácter de pública, debe apuntar a una formación íntegra, conocedora y crítica de la realidad en la que estamos metidos, a la formación de personas que sean capaces de pensar por sí mismas y sean sensibles con el medio en él que viven. Todo lo contrario a una universidad al servicio de las grandes empresas, que coloca una venda en los ojos de los estudiantes, para dirigir su formación (o deformación), hacia la competitividad en un mercado al que accede cada vez menos gente.
Y para que esto ocurra, para que el sector universitario no sea vendido a los intereses del mercado, es necesario iniciar un desarrollo auténticamente democrático, en que todo los sectores que la componen participen en la toma de decisiones, y así el debate y los planes de acción sean definidos y consensuados de manera de no quedar limitados a un pequeño y autoritario grupo de poder.
Cuando mencionamos los distintos sectores que deberían participar con igualdad en los gobiernos de ésta institución, estamos refiriéndonos:
al sector docente, en todos sus rangos, no sólo el que comprende a los titulares de cátedra; al sector estudiantil, que participa en minoría, siendo que es mayoría numérica y la causa de la existencia de la universidad; y también al sector no docente, que hoy no tiene capacidad de decisión en los gobiernos de las facultades y menos en el de la universidad.
Con este breve debate queremos hacer una introducción a lo que pensamos es el sentido de la universidad pública y cuales comenzarían por ser las soluciones a sus actuales problemas, dejando planteada como primera instancia la construcción realmente democrática.
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